jueves, 27 de septiembre de 2007

Notas a "La rosa de cuatro picos". Sobre los maragatos

"La rosa de cuatro picos" es una historia inspirada en los maragatos. Si buscáis en Google, encontraréis mucha información sobre ellos. Se trata de una antigua estirpe que habitaba una comarca del noroeste de España, en la provincia de León. Su origen es incierto. Según algunos autores, es árabe o morisco (de mauro-moro), según otros, es celta (por su localización geográfica y algunas costumbres peculiares). Circulan muchas y variopintas hipótesis entorno a su cultura. Lo cierto es que tenían sus tradiciones propias, practicaban la endogamia, es decir, se casaban entre ellos sin mezclarse con la gente de afuera, y muchos hombres se dedicaban al comercio o eran arrieros, pues la Maragatería era una tierra muy pobre, apta para el ganado y poco más.

Muchos maragatos emigraron a América y fundaron colonias, especialmente en Argentina y Uruguay. Se expandieron por la Patagonia (tal vez les recordaba su duro terruño...) Hay quien dice que el atuendo gaucho procede del traje típico maragato: bombachos o bragas, polainas, faja y sombrero de ala ancha. Creo que es en la ciudad de Carmen de Patagones donde a sus habitantes aún se les llama "maragatos".

Un aspecto que marcó la comarca de la Maragatería fue el Camino de Santiago, que desde León a Galicia atraviesa sus tierras. La Cruz de Fierro es un hito célebre, donde la costumbre es que los peregrinos dejen una piedra al pie del poste de la cruz. Actualmente el pueblecito de Foncebadón, donde se encuentra, está prácticamente deshabitado (creo que sólo tiene 2 habitantes censados) pero hay un albergue de peregrinos que, con el auge que el Camino ha cobrado en los últimos años, está muy frecuentado.

La capital de la Maragatería es Astorga, ciudad muy conocida por sus murallas romanas, su catedral, su palacio modernista (de Gaudí) y sus dulces, las "mantecadas". El origen de la ciudad es romano. En tiempos de Augusto, era la ciudad más importante de la mitad noroeste de España, y capital de una provincia romana. Su nombre era Asturica Augusta, derivado de las tribus celtas de los astures, que habitaban aquella región antes de ser prácticamente exterminadas por las legiones de Julio César.

Ponferrada es la capital de otra comarca singular, el Bierzo, un conjunto de valles muy fértiles entre Galicia y León. Es famosa por su castillo templario, que, si lo buscáis por Google, ya veréis que es de película.
El Cebreiro es el último pueblo leonés que se encuentra en el Camino, antes de pasar a Galicia. Situado en un lugar alto, entre montes, goza de una vista espléndida. Tiene una pequeña iglesia pre-románica recientemente restaurada. Las pallozas son las casas típicas de ese pueblo y de otros de la zona. Son circulares, de piedra, con techumbre de paja; algunas son conservadas como casa-museo y otras han sido habilitadas como albergue de peregrinos.

Los pueblos que menciono (Castrillo, Santa Colomba, El Val de San Lorenzo...) también son reales, y he intentado dibujar un cuadro lo más realista posible de su ambiente, durante el siglo XIX, más o menos.

Finalmente, explico el por qué del título y de esos versos desperdigados por el relato.

La rosa de cuatro picos es una expresión para designar las manchas de sangre que se formaban en el pañuelo que las ancianas de la tribu metían en la vagina de las novias, antes de su boda, para comprobar si eran vírgenes. No es original mía, sino que la tomo del acervo maragato. Esa costumbre, por otra parte, no es exclusiva de su cultura. Los gitanos también mantienen el rito del pañuelo y sé de buena fuente que aún se practica en España hoy día.

Los versos intercalados son tomados de una antiquísima canción popular maragata, La Peregrina, que narra los amores de una peregrina que va a Santiago y se pierde por el monte... En realidad, en la canción el que pena y llora es su amado, que sufre porque ella se va con otro. Pero al final, ella regresa a su lado y pide perdón a los pies del Santo. En este caso, he tomado los versos que me iban bien para acompañar las escenas, adaptándolos a la situación.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Elisabet,

Muy cerquita de Astorga, en La Bañeza hay un pueblico que se llama Palacios de la Varduerna donde se celebra cada año el primer domingo de agosto Poesía para vencejos, un encuentro de poetas muy entrañable al que me invitaron hace un tiempo. Tiene lugar junto a una torre medieval con su muralla y los vecinos acuden de toda la comarca con sillas para sentarse en el jardín del palacio para escuchar a los poetas. El acto termina con la llegada de los vencejos al atardecer. Magia en estado puro :)

http://www.juannavidad.com/poesiaparavencejos.htm

Saludines cordiales,
Juan Navidad
www.juannavidad.com

Montse de Paz dijo...

Hola, Juan, qué agradable sorpresa tu comentario. Ese encuentro de poetas en Palacios de la Valduerna debe ser algo realmente mágico. Los vencejos, surcando el cielo, sus chillidos... Y versos flotando sobre la tierra. Me traes muchos recuerdos. ¡Gracias!